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Horarios racionales...¡ ya !


Ayer me impactó un artículo publicado por el New York Times titulado "España, el país de las cenas a las 10 P.M.". En él, se acusa a España de vivir con su propio reloj, ajena a los ritmos del resto de Europa, en un momento en el que el país "trata de recuperarse de una grave crisis económica" y en el que un horario más eficiente podría traer consecuencias positivas.


Mientras en otros países la gente se prepara a esta hora para ir a la cama, en España la noche no comienza hasta las 22.00 horas, momento en que se sirve la cena y comienza el prime-time televisivo –que no acaba hasta la 1:00– . Varias encuestas demuestran que casi una cuarta parte de la población española continúa viendo la televisión entre las 00:00 horas y la 1:00 de la madrugada.

Hace no mucho, otro diario internacional, en este caso el británico Telegraph, culpaba a la siesta de nuestros problemas económicos, acompañando el artículo con fotos que daban vergüenza ajena y poco o nada de justicia le hacen a la realidad de la mayoría de la población española.

El diario inglés dudaba que los españoles seamos capaces de renunciar a nuestra preciada costumbre, dando por sentado que el 100% la practicamos, y se preguntaba si tras tres horas de descanso uno puede volver al trabajo y ser eficiente, en vez de acumular horas improductivas en la oficina.

Lo que me preocupa, además de la imagen que se proyecta de nuestro país, es que las críticas no dejan de tener un trasfondo de realidad. No somos un país de vagos, pero tenemos implantados unos horarios difícilmente comprensibles desde fuera y que a ciertos estratos de nuestra sociedad no le interesa cambiar.

Pausas de hasta dos horas y media para comer, horarios de salida o entrada que en ningún caso coinciden con los horarios de los centros escolares, facilidades "cero" a la hora de conciliar carrera y familia...y así hasta un centenar de sinsentidos.

Esos horarios "made in Spain" nos llevan a madrugar tanto como en cualquier capital de la Europa septentrional y, por contra, a acostarnos mucho más tarde que ellos, y no precisamente por haber estado bebiendo sangría ni durmiendo la siesta.

No señores. En este país se "meten" muchas horas; está todavía muy mal visto el "irse a la hora" en ciertos puestos de trabajo, fundamentalmente en el sector privado. Olvídate de prosperar profesionalmente si no demuestras que estas dispuesto a darlo todo (y por esto entendemos todas las horas del mundo) por tu empresa. Por no hablar de lo que sucede con tu carrera cuando te conviertes en madre; esto es materia para otros diez posts, al menos.

Evidentemente, esos estratos sociales interesados en la irracionalidad de horarios no son los padres ni madres trabajadores; tampoco los jóvenes que aspiran a poder conciliar una carrera profesional satisfactoria con una vida plena, en la que también haya sitio para el ocio, los amigos y la tener una familia propia.

Quizás tendríamos que preguntar a la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, que apuesta por cambiar hábitos e impulsar una cultura más eficiente, quienes son los responsables de este despropósito y cuales son los pasos que todos debemos ir dando para que este desolador panorama cambie. No se trata de convertirnos en suecos, si no de no perder nuestra idiosincrasia adoptando todo lo bueno que de ellos podemos aprender.

La Arhoe nos recuerda que la necesidad de unos horarios racionales tiene como objetivos prioritarios:

  • Conciliar nuestra vida personal, familiar y laboral.
  • Permitir la corresponsabilidad en el reparto de tareas domésticas y atención a la familia.
  • Favorecer la igualdad entre la mujer y el hombre.
  • Mejorar nuestra calidad de vida.
  • Aumentar la productividad.
  • Dormir el tiempo suficiente.
  • Fomentar la salud.
  • Disminuir la siniestralidad.
  • Apoyar el rendimiento escolar.
  • Facilitar la globalización

Os recomiendo leer su Manifiesto si estáis interesados en este tema y alguna vez os habéis planteado si un cambio sería posible sin tener que renunciar a nada irrenunciable (como el trabajo, mantener tu salario y perspectivas laborales, la vida social, tener hijos...).


Si este tema os gusta, prometo que habrá más entradas interesantes, con testimonios de personas que han logrado conciliar y racionalizar su vida, y de otros que no lo han conseguido pero que han logrado sortear los escollos.

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Me gustaría que me contaseis como son vuestros horarios, si vosotros también sois de los que os sentáis a cenar a las diez de la noche, a pesar de luego tener que madrugar, o si, por contra, habéis conseguido una organización de vida y horarios que os satisface. Y si sois mamás, contadnos como habéis logrado compatibilizar vuestros trabajos y horarios laborales con los escolares.

Imágenes

Si estáis interesadas, mandadnos un correo a lepetitpanierandco@gmail.com contándonos vuestra historia de conciliación (o lo contrario) como mamás trabajadoras y podréis formar parte de una futura sección del blog dedicada a estos temas.

¡Muchas gracias por leernos y no olvidéis suscribiros!.









 

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