Hoy empezamos la primera lección de nuestro Consultorio de Estilo, que como sabéis las que hayáis leído nuestro Manifiesto, tiene como lema "Eres más guapa de lo que piensas", y aquí os lo vamos a demostrar.
Para llegar a sentirse contenta y segura con una misma es imprescindible conocerse bien, y ello conlleva tener una visión objetiva de nuestro cuerpo: sus proporciones reales (tendemos a vernos mucho más desproporcionadas y menos agraciadas de lo que somos en realidad, y para muestra, no os perdáis este vídeo), la tonalidad exacta de nuestra piel, etc.
Una cosa que creemos tener controlada, sobre todo una vez pasada la adolescencia (cuando ya llegas a la treintena y te crees una mujer hecha y derecha) son los colores de los que nos gusta vestirnos. Todas sabemos que el negro estiliza, que el rojo es para las ocasiones especiales y que la que se pone de verde, por guapa se tiene.
Pero lo cierto es que no siempre exprimimos al máximo las posibilidades que un correcto control del color en las prendas de vestir puede aportarnos. Utilizar los colores que más nos favorecen puede aportar luminosidad extra a nuestra cara, destacar nuestra mirada, nuestro color de pelo...en definitiva, poner en valor todos nuestros encantos.
Conozco muchísimas mujeres que siempre se visten de colores oscuros por sistema, otras que adoran los neutros y que no arriesgan con los estampados, las mezclas ni el color, por principio. La mayoría de nosotras tenemos una idea bastante aproximada de lo que nos queda bien, sin embargo, si no hacemos un auténtico test de color, no sabremos a ciencia cierta lo que nos estamos perdiendo.
Tampoco es estrictamente necesario acudir a un profesional ni a un asesor de imagen para hacer un test de colores. Podemos hacerlo nosotras mismas en casa.
♥ ¡NO PIERDAS UN SEGUNDO, HAZ EL TEST !
1º. Nos colocamos en un lugar donde haya luz natural.
2º. Cogemos un espejo en el que podamos vernos bien la cara.
3º. Nos ponemos una camiseta blanca o gris y nos desmaquillamos completamente.
4º. Conseguimos varios trozos de tela, prendas o pañuelos de los siguientes colores:
- Naranja
- Fucsia
- Melocotón (naranja pálido)
- Teja (naranja oscuro)
- Rosa claro
- Violeta
Para saber si un color nos favorece tenemos que comprobar que:
- Nuestra cara resulta más luminosa.
- Los ojos se iluminan.
- Nuestros rasgos toman protagonismo, y no el color.
- No se hacen sombras en nuestro rostro.
Lo primero que tenemos que saber es si nuestro tono de piel es frío o cálido. Hay varias maneras para conocer con exactitud cuál es nuestro tono de piel.
Probamos en primer lugar con las prendas de colores Naranja y Fucsia:
Si te sienta mejor el Naranja eres de tonos cálidos.
Si es el Fucsia eres de tonos fríos
Si es el Fucsia eres de tonos fríos
1.- Si eres de colores cálidos, prueba ahora con el Melocotón y el Teja. Si te sienta mejor el Melocotón eres de colores cálidos claros y, si te sienta mejor el Teja eres de cálidos oscuros.
2.- Si eres de colores fríos, prueba ahora con el Rosa claro y con el Violeta. Si te sienta mejor el Rosa claro eres de colores fríos claros y, si te sienta mejor el Violeta eres de fríos oscuros.
Otra forma de sabes si somos "frías o cálidas" puede ser mirándonos las venas en las muñecas: si tienen un tono verdoso nuestra tonalidad es cálida, en cambio si son azuladas o violetas nuestro tono es frío.
¿ORO O PLATA?
Otra manera más de hacer el test es acercando nuestra piel a distintos metales, y saber si nos favorece más el oro o la plata. Si te favorece el dorado tu tonalidad es cálida, y si por el contrario te favorece el color plata, tu tonalidad es fría.
Si contrastamos nuestra piel sobre un fondo blanco, o poniendo una toalla blanca cerca de la cara por ejemplo, nuestra piel se ve más amarillenta (cálida) o azulada (fría). Esto explicaría también porque algunas novias están mas favorecidas de blanco (fría) y otras con vestidos crudos (cálida).
Con estas sencillas pruebas podemos hacernos una idea de con que gamas de colores jugamos sobre seguro, lo cual tiene mucha importancia cuando tenemos algún evento especial como una boda, la entrevista de trabajo de nuestra vida, una primera cita, etc., o simplemente, cuando queremos dar lo mejor de nosotras mismas. Recuerda que a la hora de vestir, el color que tiene más importancia es el que te pones más cerca de la cara.
En el próximo capítulo os hablaremos también del color, de la conocida Teoría de las Estaciones. En ella conoceremos a qué estación pertenecemos y cuál es la gama de colores exactos que nos deberían favorecer más de acuerdo a ella.
Una vez tengamos determinado nuestro tono de piel, debemos identificarnos dentro de un grupo. Primavera y Otoño corresponderían a las pieles cálidas, mientras que el Verano y el Invierno a las pieles frías. Pero eso será en el Capítulo 2 de nuestro Consultorio de Estilo.
¿Qué os ha parecido el post?
Contadnos que colores no os ponéis nunca y con cuales os veis más guapas, seguro que entre todas aprendemos a conocernos mejor y querernos más, porque ya sabes que...
