Volvemos a la carga para contaros una nueva nueva escapada con niños y con amigos, esta vez al norte de Navarra, al precioso, verde y, por qué no decirlo, misterioso Valle de Baztán.
Muy cerca de Elizondo se encuentra Azpilkueta, donde se encontraba nuestro alojamiento para el fin de semana.
No fue fácil encontrar una casa rural para dar cabida a un grupo de 14 adultos y 9 niños, pero durante la búsqueda recordé que hace unos años hicimos una escapada familiar a Petisansenea, un alojamiento rural del siglo XVIII (totalmente reformado), compuesto por varios caseríos tradicionales, que nos daba la oportunidad de satisfacer las necesidades de todo el grupo, formado tanto por padres y madres de familia como por amigos sin hijos.
Gananea es una casa de piedra de 3 plantas, totalmente restaurada, con 8 plazas, donde se alojaron los singles. Su decoración es tradicional pero muy cuidada, tiene unporche es ideal para tertulias y sobremesas, y sus flores preservadas ponen el toque de color en cada estancia.
Petisansenea está equipada al detalle con un billar, un futbolín y una mesa de ping pong. Prácticamente todas las habitaciones tienen baño incorporado (lo cual es un plus cuando se comparte casa con tanta gente). La barbacoa junto al porche completa los servicios ofrecidos y hará de vuestras comidas y cenas momentos para recordar.
El fin de semana da de si lo que da, sobre todo si tratas de mover a un grupo grande con tantos peques, de modo que para el sábado optamos por un plan tranquilo y por los alrededores. Nos fuimos a conocer el Parque Natural del Señorío de Bertiz, lugar mágico que recomiendo a quien no lo conozca.
Todos disfrutamos de lo lindo con la "peli" que nos pusieron en el centro de interpretación, que nos reveló los secretos de los bosques navarros, sus tradiciones y habitantes más misteriosos, como las lamias, las brujas del cercano Zugarramurdi, y la gran variedad de especies animales y vegetales que pueblan Bertiz.
Por la tarde, dimos un paseo por Elizondo y por los alrededores de Azpilkueta, e hicimos una yincana con los más pequeños en la campa con columpios que hay frente a la casa.
Otro día os contaré ideas para organizar una yincana para grandes y pequeños sin complicaros mucho la existencia. Básicamente hicimos carreras con huevos y cucharas, globos, búsqueda de monedas en platos con harina y otras cosas con las que los más pequeños estuvieron entretenidos y divertidos parte del sábado.
La visita a la granja de los propietarios hizo el resto con sus ochenta cabezas de ganado, gallinas, ponis, caballos y sobre todo, los adorables burros que pastan junto a la casa.
Los niños recogieron ellos mismos los huevos para la cena y retozaron de lo lindo entre el heno y la paja, mientras que sus padres nos hinchábamos a hacerles fotos en aquel fantástico escenario.
El domingo amaneció un poco lluvioso, lo cual debe ser tan típico del Baztán como el chocolate de Elizondo y Amaia Salazar, la policía foral protagonista de El Guardián Invisible, primera de las novelas de la Trilogía del Baztán, de Dolores Redondo.
Con la literatura de fondo nos fuimos a recorrer los escenarios de la novela por Elizondo. En el grupo contamos con varias lectoras y fans declaradas de la Trilogía que nos guiaron por la ruta descrita en la trama del libro: la casa de la tía Engraxi, el restaurante Santxotena, el bar Txokoto, el obrador... (¡cómo nos costó encontrarlo! ).
Pudimos saber que el rodaje de los exteriores de la película protagonizada por Marta Etura había terminado hacía apenas unos días y que su estreno está previsto para el próximo marzo, según nos aseguró un vecino del pueblo.
Con mucha naturaleza, un poco de lluvia, un toque de misterio y literatura en compañía de buenos amigos nos volvimos a nuestro querido Bilbao, a tan solo hora y media del Baztán.
¿Os ha gustado el plan? Pues os invito a repetirlo cuando queráis. Nosotros nos hemos dejado muchas otras cosas reservadas para la próxima.