Aunque han sido unas vacaciones maravillosas y un verano en el que hemos hecho muchísimas cosas divertidas en familia, os confieso que una parte de mi está deseando volver de nuevo a los horarios y los hábitos establecidos que tenemos durante el curso escolar.
Las vacaciones son normalmente una época para disfrutar, en la que los horarios y las rutinas se relajan, sobre todo con los más pequeños. Las siestas se alargan, las cenas se retrasan, las tareas se posponen...Y todo ello hace que la vuelta al cole se haga todavía más dura, también para los niños.
Ellos también pueden sufrir en cierto modo la misma depresión post vacacional que sus padres, así que es importante que la vuelta la hagamos con motivación y una dosis extra de energía.
La importancia de las rutinas y de los hábitos diarios para los niños es enorme. El saber que las actividades diarias tienen unos horarios y unos límites, según todos los expertos, les aporta seguridad y confianza en sí mismos. Un niño sin límites ni horarios, será un adulto inseguro y desorganizado. Por eso, es muy importante seguir algunos consejos :
- Establecer rutinas entorno a cinco grupos de actividades: comida, aseo, juego, trabajo y descanso.
- Es muy importante establecer tanto el horario o intervalo en el que se llevarán a cabo dichas tareas, como el lugar.
- Es recomendable que las comidas o las cenas siempre se hagan en el mismo sitio, y a ser posible, evitando la televisión.
- Lo mismo ocurre respecto a las tareas o la hora de dormir. Si permitimos que se duerman en el sofá para luego acostarlos o que cenen delante de la tele, será mucho más difícil controlar los horarios, y por tanto la organización familiar se resentirá.
- Que la vuelta a lo cotidiano sea paulatina; no hay que atosigar al niño desde el primer día de colegio con los nuevos horarios y tareas, sino que debemos incorporarlos progresivamente. Tampoco podemos abandonar de golpe las actividades recreativas; manteniendo sus parcelas de ocio haremos que mejore su estado de ánimo respecto a la vuelta al cole.
- Nuestra actitud es muy importante a la hora de motivarles: hay que explicarles las normas de la época escolar sin agobiarles y ser pacientes con sus altibajos.
- Establecer nuevos retos para el curso, como apuntarles a alguna extra escolar o aprender algo nuevo, puede convertirse en una motivación adicional para ellos.
- También puede motivarles el hecho de preparar con ellos la habitación (organizar su zona de estudio, ordenar sus juguetes...) y el material escolar, estrenar algo nuevo para el curso: mochila, estuche, juego de lápices...
- Por ultimo, es importante que el primer día de colegio les acompañemos. Se sentirán más arropados si sus padres van con ellos y hacemos los preparativos con calma y antelación.
Y vosotros, ¿cómo os habéis preparado para la vuelta al cole? ¿Cómo llevan la vuelta a la rutina los más pequeños en vuestra casa? ¿Estáis deseando que empiece el colegio? Ánimo, ¡dejadnos vuestros comentarios!.
¡Feliz semana!