Tengo que reconocer que tengo una nueva debilidad: los colores pastel. Los tonos empolvados, suavecitos, rosa, menta, lila, lavanda...¡me chiflan!.
La cosa me viene desde que conocí la pintura chalkpaint y su preciosa gama de colores pastel. Ahora vivo soñando con cualquier objeto susceptible de reconvertirse mediante una mano de esta maravillosa pintura (de la que hablaremos en próximos posts, con DIY incluidos).
Me pasa lo mismo en las tiendas de ropa, se me van los ojos...aunque donde más me gustan estos tonos es en la decoración, y a pinceladas, de ahí el título del post: sólo en pequeños toques estratégicos que concitan todas las miradas.
Cocinas, mesas de trabajo, sillas, pequeños objetos decorativos...suponen un plus de color y paz en cualquier estancia, más aún si el escenario o trasfondo es blanco nuclear.
Y no me enrrollo más, os enseño alguno de los espacios pastel cuya deco me ha enamorado.