Existe un lugar mágico en nuestro querido "norte escondido" (norte del que ya os hemos hablado en otras ocasiones, como en este otro post) llamado Tobera que merece y mucho la pena visitar.
El norte de Burgos tiene muchos y variados encantos, no demasiado conocidos y sin embargo muy cercanos a grandes ciudades como Bilbao (105 km) , Vitoria (75 km), Logroño (99 km) y Burgos (80 km).
Es el caso de este maravilloso pueblo, que se encuentra enclavado administrativamente dentro del ayuntamiento de la Ciudad de Frías, considerado un barrio de ésta, y que es conocido también como "el pueblo de las mil cascadas".
Además de los saltos de agua y la belleza que le proporciona el paso del pequeño río Molinar por el corazón del pueblo, dividiéndolo en dos, Tobera tiene otros dos atractivos de indudable belleza, como son el puente y la ermita románica de Santa María de la Hoz.
Nosotros improvisamos una pequeña excursión con los peques, formada por un grupo de once adultos y ocho niños y nos fuimos hasta Tobera a pasar la tarde. Nos dirigimos en primer lugar a la ermita, donde nos dispusimos a merendar en su atrio, como hacíamos antaño merendando torta de chorizo (mucho antes de convertirnos en padres y madres) el "día del Rosco" o lo que es lo mismo, el Domingo de Resurrección, como es tradición en esta zona.
Y después recorrimos el pueblo, desde el mirador hasta las cascadas y recovecos de este pueblo bendecido por el agua. Para los niños (algunos de ellos muy pequeños, entre dos y cinco años) todo era nuevo y emocionante, las travesías junto a la orilla repletas de peligro de caerse al agua o la magia de las "cataratas", como alguno las denominaba.
El pueblo tiene un área de columpios que pone un feliz punto final a la excursión, y hace que los pequeños se vayan a casa agotados y encantados. Como el pueblo no dispone de bar, podéis terminar la jornada tomando algo en alguno de los pueblos vecinos, como Frías o Montejo de Cebas, más equipados en este sentido.
Por la zona existen varios alojamientos rurales, pero nosotros os recomendamos la Posada Colás, regentada por Luis y Consuelo, que os garantizarán una estancia cómoda y agradable, en contacto con la naturaleza y la belleza de nuestro entorno, ideal para disfrutar en familia y con niños.
Os dejo con las fotos de nuestra excursión, espero que os gusten y os "enganche" y anime a conocer un poco más esta zona de nuestro querido Norte Escondido.