Me encanta la brillantina. Lo reconozco, tengo un punto horterilla, pero es que se me van los ojos irremediablemente cuando veo algo brillante, cual urraca. El glitter (en pequeñas dosis) es lo mío. Nunca me atrevo a lucirlo como me gustaría, salvo alguna contada ocasión en bodas, fiestas nocturnas o eventos así.
De modo que la el fin de Año se presenta como el momento propicio para darle caña los brillos, las lentejuelas, paillettes y similares.
Os propongo unas cuentas ideas para que le deis un poco de brillo a la última noche del año. Eso sí, lo mismo que la bebida, con moderación. ¡Que disfrutéis de esta Nochevieja y Feliz 2014!